Científicos del Instituto Salk, en California Estados Unidos, han creado un híbrido de cerdo-humano en un estudio, que plantea la posibilidad de ser capaz de cultivar órganos humanos dentro de los animales para su uso en trasplantes. Un descubrimiento sumamente interesante, que combina por primera vez embriones de especies distantes pero a la vez relacionadas en algunos aspectos.
La creación de esta llamada «quimera», una forma curiosa de llamarlo, por la bestia cruzada de la mitología griega, ha sido aclamada por la comunidad científica como un primer paso significativo para generar corazones, hígados y riñones humanos desde cero.
¿Cómo los científicos han creado estos embriones y cuales podrían ser los trasplantes de órganos viables?
Juan Carlos Izpisua Belmonte, quien dirigió el trabajo sobre los embriones parciales de embriones humanos en el Instituto Salk de Estudios Biológicos en La Jolla, California, dijo: «El objetivo final es el crecimiento de tejidos u órganos funcionales y transplantados, pero nosotros están muy lejos de eso. Este es un primer paso.»
El estudio ha reavivado preocupaciones éticas que han amenazado con ensombrecer la promesa clínica del campo. El trabajo inevitablemente plantea el espectro de los animales inteligentes con cerebros humanizados y también el potencial de criaturas híbridas extrañas para ser lanzados accidentalmente a la naturaleza. Los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) pusieron una moratoria en la financiación[1] de los polémicos experimentos el año pasado, mientras estos riesgos fueran considerados.
Izpisua Belmonte dijo que los miedos alrededor de las quimeras estaban inspirados en gran parte por la mitología, en lugar de las realidades de experimentos meticulosamente controlados. Pero reconoció: «La idea de que un animal nazca componiendo células humanas crea algunos sentimientos que necesitan ser abordados».
El documento, publicado en la revista Cell[2], describe cómo las células madre humanas se inyectaron en embriones de cerdo de etapa temprana, lo que resultó en más de 2.000 híbridos que fueron transferidos a cerdas suplentes. Más de 150 de los embriones se desarrollaron en quimeras que eran en su mayoría cerdos, pero con una pequeña contribución humana de alrededor de una de cada 10.000 células.
Los embriones cerdo-humanos se dejaron desarrollar hasta 28 días (el primer trimestre de un embarazo de cerdo) antes de ser removidos.
«Esto es lo suficientemente largo como para intentar comprender cómo las células humanas y de cerdos se mezclan desde el principio sin plantear preocupaciones éticas sobre animales quiméricos maduros», dijo Izpisua Belmonte.
El equipo cree que en el futuro el enfoque podría allanar el camino para la incubación de órganos humanos, genéticamente emparejados a un paciente, para su uso en trasplantes o para probar nuevos medicamentos con mayor seguridad y eficacia.
El profesor Daniel Garry, cardiólogo y jefe de un proyecto de quimera diferente en la Universidad de Minnesota, dijo: «Este es un avance significativo que también plantea oportunidades y cuestiones éticas». Garry dijo que el rápido progreso en la investigación quimera había provocado una serie de preguntas preocupantes, incluyendo si el el ser se vería más humano o más cerdo, qué pasaría si una quimera tuviera un pensamiento humano y si era posible que las células humanas canibalizaran el embrión de cerdo, lo que resulta en una descendencia mayoritariamente humana y ligeramente porcina.
«Estas posibilidades más fantásticas no son un problema en la realidad», dijo, añadiendo que el grupo de Izpisua Belmonte había adoptado un «enfoque responsable».
Referencias:
- «NIH moves to lift moratorium on animal-human chimera research» Science, 2016
- «Interspecies Chimerism with Mammalian Pluripotent Stem Cells» Cell, 26 Enero 2017
- «Human-pig embryos created by scientists in breakthrough for organ transplants« Telegraph