Llegando casi a la entrada de marzo, el mes del amor y la amistad nos recuerda que el amor como tal aunque es un sentimiento humano no se limita solamente a los mismos, los animales también son capaces de brindar una gran cantidad de cariño y de crear bienestar en el ser humano, como en nuestra historia de los gatos de la guerra.
Los gatos de la guerra
Cuando pensamos en un gato, pensamos en animales muy curiosos, cazadores de ratones, anfibios o reptiles, que duermen mucho y que son muy independientes, si nos vamos más allá diríamos que odian los lunes, como en las historietas de cierto gato llamado Garfield, y que comen lasaña, aunque esto ultimo no es muy saludable, tal vez si solo fuera la carne o un poco de la pasta sin salsas si podría ser, el hecho es que estos pequeños felinos siempre nos sorprenden, como ahora que son los gatos de la guerra.
Durante el conflicto entre Rusia y Ucrania, un evento muy extraño ocurrió, los soldados empezaron a recoger gatos, y a refugiarlos del conflicto.
El aislamiento
Aunque esto parece inusual, la pandemia nos enseño a conectarnos más con la naturaleza, y esto se fundamento a través de dos principales protagonistas, el perro y el gato.
Las personas que tenían animales en sus casas, tuvieron menos secuelas de depresión por la cuarentena, además sufrieron menos por el aislamiento, ya que al estar rodeada de la naturaleza representada por estos dos animales, el ser humano tiene un estado del ser, del hoy y el ahora, sin pensar tanto, sin preocuparse tanto.
El factor psicológico
Por esto los gatos de la guerra son una gran compañía para los soldados, los gatos evitan las plagas, son cazadores natos, son independientes, por lo tanto no van a requerir de tanto cuidado en un campo de batalla.
El valor psicológico que pueden aportar los gatos de la guerra a estos soldados es muy importante, no solo reduciendo la ansiedad y es el estrés, también el hecho de nuevamente conectar al ser humano con la naturaleza, con el instinto que es algo que aportan tanto gatos como perros.
Más que una mascota
Otro factor importante es la compañía, las personas son más alegres cuando viven en núcleo y se se tiene una mascota durante un conflicto, esto lleva al mismo ciclo de espera, retorno y alimentación.
La pandemia nos dejo algo muy importante, el entender que no estamos solos, pero no en el universo sino en el planeta Tierra, que estamos aquí para cuidar y proteger otras especies, en su paso por el mundo.
Compañeros del campamento
Aunque el conflicto de Rusia con Ucrania es lo que tiene al mundo en suspenso, los gatos de la guerra ya era una conducta de los soldados ucranianos desde el 2014, el ejercito siempre ha convivido con estos gatos, para tenerlos como compañeros en el campamento brindando estabilidad emocional y menos sensación de abandono, tanto del soldado como del felino.
Estos soldados además protegen a estos animales de los terroristas, ya que cuentan historias que estos felinos eran usando para despejar minas, lo que es una practica salvaje y perversa.
Actualmente los gatos de la guerra han dado la bienvenida a nuevos miembros de cuatro patas, los perros quien también empiezan a formar parte del ejercito de la felicidad, un incentivo en cuatro patas para los soldados.
VIDEO With Russian troops massing and the spectre of war looming over the trenches of eastern Ukraine, soldiers in the dugouts have found solace in the unlikely companionship of stray cats and dogs pic.twitter.com/Mm8C7UFPTY
— AFP News Agency (@AFP) January 13, 2022
Referencias: