Hoy 7 de enero es el día del coleccionista, el coleccionar puede traer muchos beneficios para la salud, nuevas habilidades sociales, uso de la memoria y la lógica, pero también existe el lado negativo de esto, y es lo que se llama síndrome de Diógenes.
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Síndrome de Diógenes
El síndrome de Diógenes se caracteriza por un apego irracional a los objetos, de ahí que una colección puede derivar en este problema. No obstante el problema no será el objeto en si, sino que este es un síntoma de otro clase de patología, que lleva a la persona a desarrollar esta conexión sin medidas con los objetos.
No solos los objetos entran en esta categoría, también existe el apego a seres vivos como puede ser: conejos, perros, gatos, aves, reptiles, entre otros.
En 1960 se hace el primer análisis científico de este padecimiento, y fue hasta 1975 cuando se le nombro Síndrome de Diógenes.
Es un síndrome que se caracteriza por lo siguiente:
- Acumulación de objetos.
- Poca limpieza del hogar.
- Problemas en el higiene personal.
¿Por qué se produce el síndrome de Diógenes?
La evidencia dice que esto ocurre en personas mayores pero también que es un signo de las siguientes patologías:
- Esquizofrenia.
- Trastorno obsesivo compulsivo.
- Depresión.
- Demencia.
- Adiciones, alguna sustancia prohibida o el alcohol.
Síntomas
Los síntomas varían de una persona a otra, se cree que es una enfermedad más de la vejez, no obstante hay evidencia de acumuladores de todas las edades. Los signos más visibles son los siguientes:
- Fobia social marcada, miedo a interactuar con otras personas, ya sea en eventos sociales o en situaciones comunes.
- Perdida del sentido común, ejemplo periódicos acumulados que desarrollan moho y aún así se sirve la cena con naturalidad.
- Cambios de personalidad, desde rasgos obsesivos, paranoicos hasta violentos.
- Comportamientos inadecuados, consumir el desayuno rodeado de gatos y sus deposiciones en el suelo.
- Problemas de la piel causados por la contaminación y la poca limpieza.
- Uñas de pies y manos sin cortar.
- Malnutrición.
- Deshidratación.
- Heridas inexplicables.
- Perdida de la realidad, no ven la pila de objetos que inunda la casa.
- Percepción personal distorsionada, salen a la calle aún sin bañar o sucios, no importa.
- Plagas, ya sea de cucarachas, moscas, ratas, todo un ecosistema adyacente al de la familia.
- Se niegan a recibir ayuda, o a ver esto como un problema.
En casos severos la misma casa se convierte en una trampa para la persona o las personas con síndrome de Diógenes. Pueden perder la vida por un incendio, una caída, hay casos donde las pilas de objetos les han caído encima asfixiando a la persona. Hay también problemas de neumonía, ya sea por los animales, ejemplo aves, gatos, roedores, o moho que se acumula en los objetos, o en el techo, o paredes.
La salida del laberinto
El síndrome de Diógenes no es considerado una enfermedad, pero puede ser un síntoma de otra. Por esto el diagnostico tiene dos etapas. La primera determina que la persona no tiene ninguna enfermedad mental. La segunda determina que el síndrome es un signo de una enfermedad mental.
La terapia es la mejor forma de empezar a salir de este laberinto, lo segundo es llegar a la decisión de regalar, o vender todo el exceso de objetos. La persona o personas podrán conservar algunos objetos, más no todos. Mismo caso si es un problema de mascotas, deben ser llevados a un refugio animal o dados en adopción.
Es importante que para salir de esto, se de el primer paso, el entender que hay un problema, la mejor forma de hacer esto, es lo que siempre recomendamos, hay que aprender a hacer una introspección, hay que aprender a meditar, para de esa forma conectarnos con nosotros mismos.
¿Quién era Diógenes?
Diógenes de Sinope fue un filosofo griego que regalaba todo lo material, pero esto solo le causaba vivir en total abandono personal y social, casi como un ermitaño. Para Diógenes el siempre portaba lo importante, este concepto concuerda con el síndrome ya que las personas que lo padecen dicen que siempre tienen lo necesario, aunque la casa parezca un laberinto de objetos.
No todo es lo mismo
No se debe confundir el síndrome con precariedad, en algunos países la falta de oportunidades de trabajo, lleva a familias a vivir con lo mínimo, esto puede llevar nuevamente a problemas de falta de agua para bañarse, o incluso para realizar su higiene personal, tener la casa arreglada, o vivir en espacios con más ventilación.
Aunque la precariedad se puede parecer al síndrome de Diógenes por sus efectos dañinos para la salud, esta situación es más bien lo contrario, no hay casi nada en este hogar, pero si existe en muchas ocasiones un efecto de vivir demasiada gente junta en espacios muy reducidos, que esto va a causar problemas de salud física y mental.
Este problema a diferencia del síndrome se combate con mejores oportunidades laborales, mayor control de natalidad, y mejores condiciones de vivienda, que debe brindar la municipalidad o alcaldía a sus habitantes.
Si conoce a personas en el limite de pobreza no dude en brindarles una mano, ya sea con una oportunidad de trabajo, o con alimentos. En caso de sobrar pintura en su casa o algunos muebles puede también donarlos, ayudarles a tener una casa limpia hará un gran beneficio para el hogar y sus habitantes.
Cicatriz mental
La perdida de un ser querido, una mascota o algún objeto en alguna etapa de la vida, puede desencadenar en este síndrome, existen coleccionistas que también llegan a padecerlo, debido a la obsesión de buscar objetos, o intentar completar algo que nunca tendrá fin.
Para buscar ayuda para su familia o para alguien más, llame al hospital más cercano, o comuníquese con el 911, siempre recordando que la persona que sufre este síndrome puede que no visualice este problema. Por lo tanto será un proceso que requiere empeño, paciencia y mucho valor.
Referencias:
- Healthline, Understanding Diogenes Syndrome.